Existen dos versiones distantes del origen de la fiesta de Acción de Gracias, la primera establece que la primera vez que se celebró esta fiesta fue en noviembre de 1621 con el fin de dar gracias por la cosecha que alimentaria a las familias de nativos y colonos durante el duro invierno. Tuvieron que pasar unos cuantos años hasta 1789 cuando George Washington declarase este día como fiesta nacional, celebrándolo el cuarto jueves del mes de noviembre de cada año.
La segunda versión de la historia nos hace alejarnos en el tiempo 56 años antes de la fecha que establece la primera versión de la historia situándonos en Florida y teniendo como protagonista a un asturiano llamado Pedro Menéndez de Avilés enviado por los Reyes de España para defender sus posiciones amenazadas por los franceses en el sur de Carolina. Pedro Menéndez contó para dicha defensa del territorio con una tribu llamada, tribu saturiwa.
El 8 de septiembre de 1565, como agradecimiento a la tribu saturiwa, se celebró una misa en San Agustín, así como un gran banquete con una gran variedad de alimentos. Tanto historiadores como católicos consideran este acto como el origen real de Acción de Gracias.
En la actualidad se considera la primera versión como la real, pero va pasando el tiempo y avanzando en los conocimientos históricos y la comunidad hispana que va creciendo en Estados Unidos están presionando a la cultura a que se interesen por la que consideran el origen real de esta fiesta, en definitiva el origen español.
La celebración de Acción de Gracias, ha ido evolucionando y de ser una comida de agradecimiento por las cosechas recogidas se ha convertido en una reunión familiar para compartir buenos deseos para todos los miembros que se sientan alrededor de la mesa, una mesa donde el plato
principal es un pavo relleno rodeado de diferentes guarniciones de verdura, como judías, puré de patatas, salsa de arándano, tarta de batata, de frutos rojos, de calabaza y una larga lista de manjares, pero no solo es comida sino que esta celebración tiene un trasfondo psicológico y así lo ha expuesto la doctora Roser de Tienda, asegurando que “celebrarla nos hace más felices”, ”no se trata de una celebración vacía y carente de significado”,es un mensaje para la humanidad de colaboración, agradecimiento y buenos deseos.
Este año es diferente al resto, para todos, pero lo importante es empezar la tradición para que el año que viene podamos reunirnos físicamente alrededor de una mesa sin pensar cuantos miembros podemos reunirnos de una familia y cuantos no.
Indagando en la historia desde Cárnicos Ortega queremos apoyar a la versión española y hacer participe a nuestra comunidad para que comencemos a celebrar una fiesta que desde hace más de 450 años es de origen español, para ello queremos presentar un menú de Acción de Gracias compuesto por pavo relleno o sin rellenar con los condimentos necesarios para que tu celebración sea un éxito.
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